martes, 19 de enero de 2010

DESPERTAR

“Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner a dormir” Ralph Waldo Emerson

Resulta sorprendente la fuerza con que los primeros momentos se resisten a la erosión del tiempo. El primer beso, el primer gol, la primera novia, ... Los primeros. Qué bonito es el primer..., que el niño experimenta. ¡Qué fuertes son los recuerdos infantiles!
¿Nos hemos parado a pensar cuál es nuestro primer recuerdo infantil? ¿Hasta dónde llega nuestra memoria? ¿Y los más vividos, intensos, vinculantes, trascendentes? De una cosa estoy seguro: cuanto más antiguo es un recuerdo, más fuerte es. Porque ha pasado la prueba del tiempo. Yo tengo algunas perlas memorísticas anteriores a la primera comunión. Y una de ellas me marcó la psique cuál latigazo. Ocurrió un gozoso día de cumpleaños, como todos los cumpleaños infantiles (¿recordáis?). Mi tío Enrique, que en paz descanse, a la sazón mi padrino, se me acercó y me entregó un objeto rectangular envuelto en papel de regalo. “Toma, turrón”, me dijo a modo de felicitación. Abrí el envoltorio descuidadamente para descubrir que el turrón de mi tío Enrique era un juego de ajedrez magnético. Y ahora me sonrío cuando recuerdo la expresión “dulzura de los inicios”. ¡Qué apropiado símil!
También recuerdo los veranos de mi infancia, cuando mi madre nos obligaba a dormir la siesta, o a respetar el descanso del resto de la familia leyendo: “O siesta, o a leer a la terraza”. Recuerdo cuando trasgredía picaronamente sus órdenes y me escapaba a jugar a la calle. Y recuerdo que el turrón del tío Enrique modificó mis hábitos para regocijo de mi madre y de Caissa.
¿Que quién es Caissa? Seguid leyendo este blog y juntos descubriremos la dulzura de ese pedazo de turrón, que todavía no me he acabado. ¿Queréis compartirlo conmigo?

3 comentarios:

  1. Bueno,Fer:
    Un paso más,enhorabuena de nuevo.

    Algunos privilegiados hemos tenido la oportunidad de leer borradores de la novela,y,amigos,os aseguro que hechiza verdaderamente.

    Cuando salga,haceros con ella.Será tiempo bien invertido,no os arrepentireís.

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  2. No se jugar al ajedrez, sólo se mover las fichas. Pero yo tuve el mejor tren eléctrico del pueblo, cuando mi hermano vino a la Castilla profunda con los reyes, cuando estaba haciendo la mili en la Marina.
    Ya nos irás contando.

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  3. Hola,fenómeno. No te conocía como escritor y mucho menos con esa imaginación y originalidad de tema. Seguro será un éxito si sale como he leído en el borrador que ha llegado a mi;Sigue escribiendo que llegarás lejos. Un abrazo, Pepe.

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